Homilía
Domingo Ordinario 2 C
Padre Paul D. Williams, Jr., párroco San José, Dalton, GA
(Gracias a "Priests for Life" por los recursos.)
Las
bodas de Caná no se trata sólo de que Jesús ayuda a una pareja en
su necesidad. Se trata de su boda con nosotros, cumpliendo la
profecía de Isaías en la primera lectura: "Se casará contigo
tu constructor." Jesús, al revelar su gloria públicamente de
esta manera y al creer de sus discípulos en él, inaugura el
matrimonio que se consumó en la Cruz. El feroz amor que Dios tiene
para la vida humana no puede ser exagerado. El agua que se convierte
en vino simboliza el hecho de que Jesucristo eleva la vida humana y
el amor humano a un nuevo tipo de vida y amor: lo que es compartido
dentro de la vida de la Trinidad. Tenemos vida humana; ahora en
Cristo somos llamados a participar de la vida divina. Experimentamos
el amor humano; ahora en Cristo somos llamados a experimentar el amor
divino. Todo está al servicio de la vida humana, llamado al
matrimonio divino.
Queridos
hermanos y hermanas, estamos aquí en esta misa para adorar a Dios,
precisamente porque creemos en Dios, reconocemos a Cristo como El
Señor, y adoramos al Espíritu Santo. Dios, desde el principio de
las Sagradas Escrituras hasta el final, es el Dios de la vida. El
habla de si mismo como el Dios vivo. El Señor Jesucristo dijo "Yo
soy la Vida". El Espíritu Santo, según afirmamos en el Credo
todos los domingos, es El Señor y Dador de Vida. Por ende, nosotros
el pueblo del Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo, somos por ese
mismo hecho, gente de vida.
Estar
con Cristo es estar por la vida y estar por la vida significa que
estamos en contra de cualquier cosa que destruya la vida. No hay nada
en nuestra sociedad que destruya más a la vida humana que al aborto
– ni el crimen, ni las enfermedades, ni los desastres naturales, ni
las guerras. En este país, cada veintiséis segundos se comete un
aborto, tres mil trescientos abortos diarios.
La
ironía de todo esto es que hay gente que promueve esta actividad
bajo el lema "libertad de opción", "pro-opción".
Pero las mujeres que cometen abortos, no lo hacen por la libertad de
opción; lo hacen porque sienten que no tienen libertad y no tienen
otra opción. Ellas se sienten atrapadas, abandonadas, desesperadas,
con miedo y lamentablemente sienten que no hay nadie a quien puedan
ir a menos que sea donde un abortista.
Este
día les traigo buenas noticias. La Iglesia y el movimiento pro-vida
les queremos decir que hay gente lista para ayudarles, que hay
mejores opciones que el aborto. Las mujeres de nuestro país merecen
mejores opciones de las que otros les presentan! Que nadie las haga
sentir como que la única opción que tienen para solucionar su
problema es destruyendo la vida de sus bebés. Hay mejores maneras de
resolver los problemas que tenga un individuo y los de toda una
nación.
Lo
triste es que muchas de las personas que necesitan este tipo de ayuda
no saben que la tienen disponible. Pero es ahí donde podemos ayudar.
Cada uno de nosotros puede salvar la vida de otro llevándoles a
todos la buena noticia de que hay otras opciones al aborto. Hoy yo
les doy un camino sencillo para hacerlo. Cuando salgan de esta
iglesia, he preparado información que se llaman "Usted puede
salvar una vida hoy." Si alguien necesita ayuda y no la recibe,
quiero personalmente enterarme de esto.
Hay
personas a las cuales solo ustedes pueden alcanzar, abortos que solo
ustedes pueden detener, muchas vidas que solo ustedes pueden salvar.
Hay niños vivos hoy día, porque gente como ustedes en iglesias como
ésta, alrededor de todo el país, cuando escucharon de alguna mujer
embarazada que tenía necesidades, le hablaron y le dijeron "no
tengas un aborto...hay mejores opciones disponibles!"
Mi
padrasto trabaja en varias clínicas pro-vida en el norte de Georgia.
Él es un operador de máquinas de ultrasonido, para ver los bebés
en el vientre. Él ha salvado más de siete mil niños en estos
años. Nadie puede ver un bebé en el vientre y decir que no es una
vida humana. Y las clínicas pro-vida ofrecen muchos servicios para
las mamás y sus bebés.
En
la semana pasada, bauticé dos párvulos nacidos prematuramente. Una
niña, un niño. La niña tenía seis meses, y el niño veintidós
semanas. Yo los sostuve en mis manos. Tan precioso y hermoso. Nadie
puede sostener a un niño en sus manos y decir que no es una vida
humana. No. Dios nos regala con niños y los niños en el vientre
son iguales con sus niños aquí hoy.
Y
no solo tratamos de alcanzar a los que sienten la tentación de tener
un aborto, también queremos hablarle a todos aquellos que ya han
tenido abortos. A ellos les decimos, "las puertas de la iglesia
están abiertas". No rechazaremos ni condenaremos a nadie.
Ofrecemos el regreso a la paz, a la misericordia y al perdón de
Cristo. Cuando ella deja el pecado, ella recibe de nuevo la paz de
Cristo. No se preocupen. Estamos de su lado.
Ser
pro-vida significa ser pro-mujer. No significa que amamos a los niños
y nos olvidamos de sus madres. Lo que significa es muy sencillo:
¿porqué no podemos amarlos a los dos? ¿porqué no podemos
protegerlos a los dos? ¿ porqué no podemos acogerlos y proveer por
los dos? podemos y lo haremos.
Y
que nadie los engañe con el lema de "pro–opción" suena
bien pero si no se habla de lo que se está eligiendo, no se ha dicho
verdaderamente nada. ¿Es una decisión particular correcta o
equivocada? ¿buena o mala? ¿debería ser permitida o prohibida?
¿acaso no depende de qué es lo que se está optando? ¿Tengo el
derecho de ir afuera y golpear sus vehículos? Por supuesto que no,
porque mis opciones terminan donde sus derechos comienzan.
Ahora
¿cuál es la opción en cuanto al aborto? algunas personas dicen que
es optar por tener o no tener un bebé. Ciertamente la opción de si
uno quiere ser mamá o papá es una opción muy propia, no es ni mía
ni tampoco del gobierno, es de cada quien.
Pero
¿acaso no es ésa la gran diferencia entre optar por tener o no
tener un hijo y matar o no matar a un hijo?. Cuando hablamos de
abortos no hablamos si tal ves vengan niños al mundo, estamos
hablando de que ya están en este mundo. La pregunta no es si debería
traer un niño a este mundo, la pregunta es ¿puedo descartar a un
niño?
Cuál
es nuestra respuesta? Visito Florida cada año, y cerca de la playa
hay un aviso que había sido colocado por las autoridades locales,
diciendo: "no tocar las tortugas marinas ni sus huevos, son
protegidos bajo las leyes locales, estatales y federales".
Bueno, me alegra que las tortugas marinas sean protegidas, pero si en
este país no tenemos el derecho de optar si destruir o no un huevo
de una tortuga marina, ¿porqué entonces tenemos el derecho a
destruir un bebé que no es un huevo pero una vida humana?
Queridos
hermanos y hermanas, ¿qué es lo que nosotros, como pueblo de Dios y
que decimos que creemos en el Señor de la Vida y decimos que creemos
en Dios el creador de todas las cosas, hacemos para confrontar esta
tragedia? les puedo decir esto, ya no podemos continuar en silencio,
no podemos continuar diciendo que es problema de otros.
El
Espíritu Santo viene y nos convierte en un solo cuerpo. De hecho en
unos momentos diré las oraciones sobre el pan y el vino y le pediré
al Espíritu Santo que descienda y que cambie el pan y el vino y los
convierta en el cuerpo y la sangre de Nuestro Señor Jesucristo.
Después de la consagración, haré otra oración en la cual le
pediré al Espíritu Santo que descienda sobre todos, esa oración
dice: "Señor convierte a toda la gente en un solo cuerpo, un
solo espíritu en Cristo" ¿qué quiere decir esto? Significa
que tenemos la responsabilidad de uno por el otro, no porque elegimos
pero por quien somos. Cristo nos ha hecho una sola familia, Cristo
nos ha hecho un solo cuerpo, somos responsables los unos de los
otros.
No
tengamos miedo, que no nos sea indiferente. Ustedes amigos, saben que
nuestra religión no es para que nos concentremos sólo en nosotros
mismos y en nuestro mundo. Venimos a adorar a Cristo, pero después
El nos envía a que vayamos a ese mundo, y que lo convirtamos en un
mundo mucho mejor, que hagamos una diferencia. Esa es parte de la
adoración a Cristo.
En
el Evangelio, la Madre de Dios, nuestra Señora, María Santísima,
nos dice, "Hagan lo que el les diga." Y que nos dice el
Señor? "Dejen que los niños se acerquen a mí." Como
nos dijo el Papa Juan Pablo, "América, defiende la vida!"